LA RECOLECCIÓN

A diferencia de la mayoría de productores de café, la recogida del fruto se hace a mano y a pie.

Es un proceso totalmente artesanal en el que se va pasando, cafeto por cafeto, uno a uno, para que de manera visual, el profesional determina cuál es el fruto que está en el momento idóneo de maduración; sólo ese grano, será recolectado e iniciará su largo proceso de transformación para convertirse en un grano de café Mieludo.

Los otros métodos más utilizados son el stripping o el uso de grandes máquinas que hacen vibrar la planta hasta que dejan caer el fruto. Ambos procesos no son capaces de hacer una diferenciación del momento de maduración en el que se hace la recogida e, inevitablemente, mezclan en un mismo proceso granos verdes, maduros y aquellos que ya han iniciado un proceso de fermentación y presentan irregularidades y defectos.

100% CALIDAD

Para conseguir que el Café Mieludo sea perfecto aplicamos procesos de control de calidad durante varios momentos del proceso.

Desde el inicio de la recolecta, hasta conseguir el café en verde, sometemos a cada grano de café, uno a uno, a numerosos controles de calidad eliminando aquellos que se presentan defectuosos y dejando llegar al final del circuito solo aquellos que son perfectos; el método Mieludo es sinónimo de exigencia, buenas praxis y por tanto, de calidad.

Todos los granos con imperfecciones, deformidades, roturas o con señales de exceso de fermentación o putrefacción son desechados.

A lo largo de todo el proceso, se desestima cerca de un 15% de la cosecha.

EL SECADO

Este es el momento del Método Mieludo más importante y crítico de todo el proceso. El más diferenciador y que otorga ese carácter tan especial a nuestro café.

Se trata de un proceso de secado totalmente exclusivo y único. Tanto es así, que lo hemos patentado a nivel mundial.

El sistema habitual de secado usado tradicionalmente consiste en extender el café despulpado al sol de manera que, en unas 48 horas, el grano queda seco y listo para tostar.

En nuestro caso, el procedimiento utilizado es absolutamente diferente. El café se extiende en unas literas a la sombra (llamadas camas africanas) y reposa durante más de 30 días. Lo removemos durante las horas de sol cada media hora y, así, evitamos los procesos de fermentación indeseados.

¿Que sucede en ese tiempo?

La parte de pulpa que se ha quedado adherida al grano se fundirá en una especie de miel (de ahí el nombre de Mieludo) de aspecto gelatinoso y sabor muy dulce que, por capilaridad, atravesará la capa protectora del grano, el pergamino, y dotará al grano de unos matices dulces y afrutados, un equilibrio en la acidez y anulación de los amargos característicos de los cafés de baja calidad.

Así se consigue el Café Mieludo: con paciencia, pasión y sin prisas.

EL TOSTADO

Por último y antes de ser envasado, el café se tuesta en un grado muy ligero para que conserve al máximo las propiedades adquiridas a lo largo de los laboriosos y cuidadosos pasos en los que consiste nuestro método Mieludo.

¿Por qué tostamos poco el café?

El objetivo es el de no enmascarar las cualidades que se han conseguido durante el proceso de secado.

Si el café se tuesta mucho, que es lo que se acostumbra a hacer con los cafés de poca calidad, conseguimos esconder sus defectos y sabor amargo.

Una vez finalizado este proceso, ya tenemos nuestro café mieludo listo para envasar y ser entregado a nuestros clientes.

¡Disfrútalo con zero azúcar!

Durante su elaboración, aprovechamos el dulzor propio del fruto de la planta de café proveniente del mucílago. En lugar de descartarlo como se hace en la gran mayoría de cafés, en Café Crem lo aprovechamos y así obtenemos un matiz de sabor dulce y único, y por ello no hace falta endulzar tanto el café en la taza.